ricardomiro Ricardo Miró: diciembre 2005

viernes, diciembre 16, 2005

La última gaviota

Como una franja temblorosa, rota
del manto de la tarde, en raudo vuelo
se esfuma la bandada por el cielo
buscando, acaso, una ribera ignota.

Detrás, muy lejos, sigue una gaviota
que con creciente y pertinaz anhelo
va de la soledad rasgando el velo
por alcanzar la banda, ya remota.

De la tarde surgió la casta estrella
y halló siempre volando a la olvidada,
de la rauda patrulla tras la huella.

Historia de mi vida compendiada,
porque yo soy cual la gaviota aquella,
ave dejada atrás por la bandada.




Tus Ojos

¿El lago?. !Nunca!...El lago no pudiera
competir con tus ojos soñadores...
Tus ojos tienen sombras y fulgores
son dos lagos al tiempo que una hoguera.

¿El mar?...¡Tampoco!...El mar tiene ribera
que se llena de pájaros y flores,
y en tus divinos ojos turbadores
se fatiga volando la Quimera..

¿El cielo?...Acaso el cielo, por ser cielo
se atreviera un momento, envanecido,
a asomarse a tus ojos con recelo;

Y ante tus ojos diáfanos y bellos,
vería el mismo cielo, sorprendido,
Que falta cielo para verse en ellos.